Coherencia

Fecha: 22 jul 2013

Martha García de la Cadena de Arandia

En la semana encontré un libro de Walter Riso y pues ya saben esto sí es mi debilidad, el título es “El camino de los sabios”, está muy interesante y como siempre les comparto algunos conceptos que me encantaron.

Nos dice que es muy importante para ser coherente en la vida practicar lo que se predica.

Séneca, el filósofo afirma que para tener una vida feliz no hay que desviarse de la propia esencia, de lo que nos define profundamente: “Este es el cometido más importante de la sabiduría: que las obras concuerden con las palabras, que el sabio sea en todas partes coherente e igual a sí mismos”.

Nos dice que no es muy importante que camine con el mismo paso, pero sí por la misma ruta, que llevemos el barco a un buen puerto, ser fiel a las metas que nos proponemos mientras no perdamos el valor.

Recordemos que una acción o una observación sentida hasta los huesos valen más que cien explicaciones.

Me encantó el concepto de que en el curriculum vitae nos deberían pedir incluir antes que nada nuestro modo de vida; “Dime lo que haces y te diré quién eres”, “Dime qué haces y veré si puedo aprender algo” o, sobre todo: “Dime qué haces y te diré cuánto te creo”.

Muchas veces en relación a la política he comentado con mí esposo (cuando hablamos de personas públicas) que antes de tomar alguna decisión me gustaría saber cómo es tal o cual persona con su familia o qué número de divorcio lleva. Pues pienso que esto es muy cierto, si no podemos con la familia, cómo vamos a poder con…

Es muy importante tener una coherencia del “yo” esto es; pensar, sentir y actuar para un mismo lado o una misma dirección… ¿cómo ven? ¿Qué tanto hacemos esto en la realidad? Nos dice que muchas personas  dicen “si” a los demás, pagando el un costo muy caro pues dejan de ser ellas mismas. Pues se especializan en agradar y acoplarse a las exigencias externas, creando un verdadero síndrome del camaleón. El mensaje es muy claro si no sabemos qué queremos y para dónde vamos, habremos perdido la capacidad de autorregular nuestro comportamiento.

Todo va muy bien pero de pronto hay un subtítulo que dice ¿En cuánto te vendes? ¡Huy dije qué fuerte! Porque se refiere que muchas veces pagamos precios muy altos por no ser uno mismo, y no me refiero sólo al dinero que por supuesto también entra perfectamente, me refiero a hacemos o dejamos de hacer cosas no muy dignas a mis valores de vida.

La premisa de Epieteto dice: “Eres tú quien debe examinar lo que es digno de ti, no yo. Eres tú quien se conoce a sí mismo, quien sabe cuánto vales para ti mismo y en cuánto te vendes: cada uno se vende a un precio”.

Los precios pueden ser desde el reconocimiento a tu persona, el llenar vacios y huellas existenciales, con acciones no sanas para mi vida, hasta venderte por dinero también por llenar vacíos de vida. Esto es pensando que con dinero podemos ser, o sea “tengo dinero, valgo o soy…. No tengo dinero, no valgo, no soy”.

Muchas veces las personas según la situación aparentamos ser, lo que no somos. Es más ni me gusta ser, pero como de esta manera voy a ser aceptado, valorado, pues soy o hago lo que no quiero etc. Espero haberme explicado.

Nos invita Walter Riso a practicar lo que se predica, pues esto genera admiración principalmente para uno mismo, que es lo más importante, pues podemos engañar a los demás, pero a nosotros mismos, nunca. Aunque muchas veces pareciera lo contrario casi estoy segura que una voz interna tarde que temprano te dice, “estás mal”, o las consecuencias de tus actos te lo gritan.

En pocas palabras: la coherencia es un valor que nos hace ser personas de una pieza, actuando siempre de acuerdo a nuestros principios.

Por tanto; la coherencia es la conducta correcta que debemos mantener en todo momento, basada en los principios familiares, sociales y religiosos aprendidos a lo largo de nuestra vida.

Con este valor somos capaces de cumplir con mayor eficacia nuestras obligaciones, pues hace falta ser honesto y responsable; en nuestras relaciones personales es indispensable para ser sinceros, confiables y ejercer un liderazgo positivo; para nuestra persona, es un medio que fortalecer el carácter y desarrolla la prudencia, con un comportamiento verdaderamente auténtico.

En primera instancia, el problema de vivir este valor es que somos muy susceptibles a la influencia de las personas y lugares a los que asistimos; por temor callamos, evitamos contradecir la opinión equivocada, o definitivamente hacemos lo posible por comportarnos según el ambiente para no quedar mal ante nadie. No es posible formar nuestro criterio y carácter, si somos incapaces de defender los principios que rigen nuestra vida. Lo mejor es mantenerse firme, aún a costa del cargo, opinión o amistad que aparentemente está en juego.

O ¿usted qué piensa de estos conceptos?

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Gracias y buena semana

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