Una reflexión por Tehuacán

Fecha: 9 nov 2009

Dr. Antonio Peralta Sánchez

 A veces las palabras pierden su sentido y dimensión de tanto repetirlas, aseguraba James Joyce desde los ya lejanos 1922. Es así que cuando decimos DEMOCRACIA se resbala suavemente sin dejar nada, nada.

En agosto del año pasado en Aguascalientes el PRI reunió a la crema y nata de la militancia, para re-fundar el partido, ahora sustentado en una Democracia social, en una mirada honesta a los millones de seguidores que aun creemos y confiamos en una congruencia genuina en eso de dar a cada quién lo que corresponde.

 

En Julio de este año sin escatimar análisis profundos de otros sectores, el PRI arrasó con triunfos en todas las contiendas del país, y pareció entonces que la convención hidrocalida había dado sus frutos. No faltaron voces socarronas que adujeron estos triunfos a la deshilachada administración de Felipe Calderón.

 

Por esas cosas de los acuerdos entre grupos, los diputados decidieron adelantar las elecciones establecidas para el mes de Noviembre del año entrante,  nuevamente en el mes de Julio del 2010, y como dijera el poema de la chacha Micaela :”nunca lo hubieran hecho, sentí di repente que la sangre cegaba mis ojos, y dentre la ropa saqué mi machete que de un tiro le jundí en el cuello”.

Así con ansiedad desmedida aparecieron pre-pre-pre candidatos para todos los puestos, desde los omniscientes que saben que dirigirán al estado como nunca, hasta los que aspiran a darle otra cara a sus municipios.

Esa es diríamos con santa ingenuidad la democracia del siglo XXI, la que re- nació en Aguascalientes , y que siempre tiene un lugar para cada aspirante.

 

Tehuacán con historia tejida entre los unos y los otros, ve pasar con envidia a otros municipios que con menos y en poco tiempo hacen más, esperanza un porvenir renovado en Tehuacaneros que escalan puestos destacados y que no vuelven la vista a esta tierra que al fin de cuentas es de todos.

 

Hoy son varios los pre-pre candidatos que en abierta campaña recorren sudorosos las calles de nuestras colonias, buscan con donaire las sonrisas y aprobación de la gente, inclusive con promesas de un pronto y real cambio. Muchos anuncios de la pasada contienda, azorados permanecen en los microbuses, en las bardas, en las esquinas, sin darse cuenta de que su tiempo ha fenecido.

 

Vivimos tiempos bordeando el abismo de la desesperación.

La gente generosa de las colonias aspira a un trabajo digno, ese que con tal de ganar un voto, fue prometido en un slogan que hasta de repetirlo provoca coraje e indignación: “Presidente del empleo”, las amas de casa quieren ver dinero en sus monederos, y no seguir escuchando promesas, buenos deseos, o un abrazo ensayado y muy teatrero. Las frases que han escuchado por tanto tiempo, y con tanta frecuencia también han empezado a perder sentido.

 

Es pernicioso e inmoral volver a esas casas alejadas para llamar, para seducir para convencer por temor a que el de frente se me adelante; la democracia del PRI se finca en los tiempos marcados para competir, para correr el maratón a tiempo, sin pasadizos o veredas tramposas, que al final la gente ve con desaire.

Es injusto que cuando la miseria ronda como veneno atrapado en un espasmo, se gaste en campañas que ni son reconocidas por el IFE, y estoy cierto son muy repudiadas por la población.

Es tiempo de pensar en proyectos más que en promesas, en ver a un Tehuacán proyectado en los siguientes 20 años, y no solo en los siguientes 3;

Es tiempo de hacer un recuento de lo que tenemos, con lo que contamos y dibujar con trazos seguros y firmes, los caminos del progreso;

Es tiempo de que  avalemos a que la naturaleza nos ha dado un clima envidiable, una situación geográfica única, y que el por-venir de nuestra economía debe estar sustentado en los servicios.

Es tiempo de que Tehuacán brille en todas las comarcas, como un lugar digno de ser visitado, seguro para realizar  festivales nacionales e internacionales, que si no existen, hoy mismo debemos inventar, para llevar a la atalaya del mundo el nombre de nuestro querido Tehuacán;

Es tiempo de salir a seducir a las empresas nacionales y de fuera del país, para que miren con detenimiento a nuestro valle, al del mole de caderas, al que engendró por vez primera al maíz, sabia bendita de la patria;

Es tiempo de que cuando se diga que nuestra ciudad es la primera después de Puebla, no sea solo una alabanza, que no tienen nada de verdad y si mucho de frase acomodada;

Es tiempo de que siga el bipartidismo, pero una vez pasada la contienda, todos enlacemos las manos en una idea suprema, en una ruta con destino grande.

 

PARA TERMINAR.

 

El Partido Revolucionario Institucional sabrá marcar los meses y los días para abrir el arrancadero en esta competencia –sueño-por el bien de nuestro pueblo.

Deseo que en una actitud honesta y generosa de los candidatos finales, cuando el país sufre las inclemencias de la pobreza, las campañas oficiales se realicen con el 50% de lo asignado por el IFE, y que el resto se junte en una sola intención que inclusive antes de las elecciones sea aplicado en una obra que todos veamos con orgullo.

Sueño con campañas de menos tiempo, y de más propuestas.

 

HOY LEVANTO LA MANO.

 

Como priísta de más de 25 años, y con la certeza de que esos aires de democracia llegaron para quedarse, acudiré a las oficinas de mi partido para inscribirme cuando la convocatoria se abra, ofreceré apegarme con estricto recelo a lo que las normas marcan, ofreciendo un proyecto que sepa deslizarse en el futuro. Quiero servir a mi Tehuacán, y si esto no fuera posible, ofreceré como dijera nuestro ideólogo Jesús Reyes Heroles, un testimonio de priísta genuino haciendo bien lo que me corresponde hacer.

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