¡Solo por hoy estoy vivo!
Martha García de la Cadena de Arandia
Esta semana quiero con este artículo hacer honor a las personas que por tener más años tienen más experiencia, pues yo se que se festejan a fin de mes los abuelos pero, después se me van las fechas, por eso lo hago ahora.
Siento que primero debemos de agradecer a Dios y a la vida por estar aquí y ahora; agradecer por todo lo malo y lo bueno que hemos vivido a lo largo de este tren de la vida, donde hemos bajado y subido, gentes, experiencias, alegrías, tristeza, pues todo esto y más a formado nuestra vida; agradecer por los padres, hermanos, pareja, hijos, amigos, etc, por formar parte de mi; agradecer por la naturaleza, los mares, ríos, lluvia, praderas, flores, pájaros.
Después tener presente que nosotros somos como el agua de un río que solo pasa, para ir a otro lugar, no se cual pues esto va a depender de las creencias de cada quien, para los que somos creyentes sabemos que pasar a otra vida será con cristo nuestro señor, donde todo es paz. Y si somos como el agua de un río cabe perfectamente la frase de ¡AGUA QUE SE ESTANCA SE PUDRE!
Para poder crecer como seres humanos, no es importante la edad, estarán de acuerdo conmigo, es importante que cada día estemos conscientes de nuestro crecimiento en todos los aspectos es importante para poder trascender en la vida que nos toco vivir.
Para poder lograr esto debemos de:
Aceptar y adaptarme a los cambios fisiológicos de la madurez.
Alcanzar y mantener un rendimiento satisfactorio en el trabajo.
Adaptarse a los padres que van envejeciendo o a los nietos que van creciendo.
Ayudar a los hijos a que sigan siendo responsables.
Mantener y cuidar a la pareja.
Vincularse con el medio que me rodea.
Lo más importante para mí sería tener una ACTITUD POSITIVA ANTE LA VIDA, a pesar de…
Poder pararme en un espejo y verme cara a cara, preguntándome ¿Quién soy?
¿ Me gusta el que soy hoy? ¿Cuáles son mis miedos? ¿ Me gusta lo que hago hoy? ¿Cómo quiero trascender? ¿Cómo quiero que me recuerden mis seres queridos?
Después de poder contestarme, podremos hacer un análisis de lo que no me gusta, sin importar la edad pueden ser 60, 70, 80 no importa pues la edad lo único que nos marca es la rapidez con que tengo que hacer esos cambios, para vivir realmente los años que tenga por delante.
Entonces podemos hacer un plan de vida, pues recuerden que mientras haya vida, hay esperanza. Siempre tengan presente que los cambios que quiera hacer en mi vida, son muy personales, que no debemos ni podemos cambiar a los demás, pero les aseguro que al cambiar nosotros también hay movimientos en el otro.
Cuando analizo realmente ¿Cómo quiero que me recuerden? Pues la gente muere realmente cuando se olvida. Les seguro que caeremos en cuenta en los cambios que necesito hacer para que la gentes que yo amo me recuerde siempre. ¡ESO ES TRASCENDER!
Muchas veces nos atan los miedos, las creencias, los tabús, pero la verdad a nuestra edad, ya estamos más hay del bien y del mal, entonces yo les invito a que realmente hagamos lo que nosotros queremos, pues la vida solo es una y no regresa, ni la vida ni el tiempo.
La madurez siempre nos presenta tres tendencias ante eventos en los cuales debemos decidir: la oportunidad, la huída y la parálisis.
En diferentes ocasiones les he compartido que Dios nos da la libertad de decidir de qué color queremos pintar nuestra vida. Pero con esta libertad lleva implícita la responsabilidad de aceptar las consecuencias, entonces si yo decido huir en lugar de enfrenar la vida tendré que aceptar las consecuencias, si no decido paralizarme ante los eventos de vida, también acataré las consecuencias. Recuerden la frase de Sócrates “La vida no sometida a crítica no es digna de ser vivida”
Tengan presente las preguntas que siempre les comparto.
SI NO LO HAGO YO ¿QUIÉ LO HARA?
SI NO LO HAGO AHORA ¿CUÁNDO?
SI NO LO HAGO PARA MÍ ¿PARA QUIÉN?
No olvide que las crisis solo son oportunidades que nos da la vida para detenernos analizar lo que debemos cambiar, para ser mejores.
La crisis no me habla de lo terrible que es envejecer sino de lo maravilloso que es reencontrarme conmigo mismo.
La crisis no me habla de todo lo que ya no me gusta hacer sino de aquello que hoy disfruto y anhelo profundamente.
No me habla de lo que llegará a ser ni de lo que fui sino de lo que hoy puedo ser con lo que soy en realidad.
La crisis de los 50, 60, 70, 80 no es huida sino profundo encuentro conmigo mismo y tengo aún muchísimo tiempo de plenitud para disfrutar este reencuentro.
Los quiero dejar con lo que Juan Pablo II compartió en 2004, en Rusia.
“Escuchen las preguntas fundamentales que habitan en nuestro corazón sobre el sentido que se le debe dar a la vida.
El verdadero sentido de la existencia se encuentra en la adhesión a Jesús, Camino, Verdad y Vida. Sólo Él tiene palabras que dan vida, llaman a la existencia, muestran el camino y consuelan los corazones desilusionados, infundiendo nueva esperanza.
El misterio del hombre sólo se esclarece a la luz del misterio del verbo encarnado”
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