Fecha: 30 oct 2012

Martha García de la Cadena de Arandia

No me van a negar que el fracaso es un sentimiento que nos causa mucho daño y que todos lo hemos sentido en alguna circunstancia de nuestra vida, yo diría que es algo inherente al hombre, pero que somos seres inacabados, esto es muy provecharlo tener en cuenta, ya que esto nos da la oportunidad de hacer las cosas diferentes,  si es que no nos satisfacen en su totalidad o en partes.

Generalmente el fracaso lo escondemos, lo negamos, le tememos, lo desconocemos, lo odiamos, etc. De cómo lo vamos a tomar en nuestra vida diaria va a depender de nuestro yo interior de lo que signifique para mí el fracaso en mi aprendizaje durante mi vida vivida.

Si revisamos  las vidas de algunos grandes hombres y mujeres, ha fracasado en innumerables ocasiones, veremos que también una realidad constante en todos es que experimentaron fracaso en muchas situaciones de nuestra vida.

Aceptar el fracaso en el sentido positivo, es algo efectivo cuando creemos que el  derecho a fracasar es tan importante como el derecho a triunfar. La mayoría de las personas rara vez valoran su buena salud, hasta que se enferman. El experimentar los problemas nos da un gozar más grande en nuestro progreso si aceptamos el fracaso como un proceso importante para llegar a nuestra meta.

Independientemente de los fracasos o situaciones difíciles de la vida que muchas veces no llevan a un sentimiento de dolor, de miedo, de desesperanza, etc. Hay que permitirnos correr riesgos, sin darle mucho peso al fracaso.

Ya que reír es correr el riego de parecer tonto, pero vale la pena.

Llorar es correr el riego de parecer sentimental, pero nos enseña a saber lo que nos duele.

Acercarse a otro es correr el riego de involucrarse, pero también a disfrutar de los demás.

Demostrar sus sentimientos es correr el riego de demostrar su verdadero yo.

Poner sus ideas, sus sueños, delante de la gente es correr el riesgo de perderlos o disfrutarlos con ellos

Amar es correr el riego de no ser amado, pero también sino corremos ese riesgo, podemos perder el riesgo de nunca conocer el amor.

Vivir es correr el riego de morir, o dejar de vivir

Esperar es correr el riego de desesperar.

Tratar es correr el riesgo de fracasar, por eso ¡hay que hacerlo!

Es por esto y muchas cosas más importantes para tu realización personal que corramos el riesgo, ya que el mayor peligro de la vida es no arriesgar nada.

La persona que no arriesgó nada no hace nada, no gana nada, no tiene nada y no es nada.

Recuerden el dicho “El que no arriesga, no gana”

Puede evitar sufrimiento y dolor, pero no puede aprender, crecer, sentir, cambiar, amar, vivirrrrrr.

Dejemos de ser esclavo de nosotros mismos y de nuestros prejuicios y miedos.

El temor al fracaso se aferra de aquellos que se toman demasiado en serio la vida.

Mientras crecemos, pasamos mucho tiempo preocupándonos de lo que el mundo piensa de nosotros.

Cuando llegamos a la madurez, (si es que llegamos) nos damos cuenta que el mundo ni se fijó en nosotros todo el tiempo que nos preocupamos,   que  él siguió su curso, es duro aceptarlo, pero es totalmente cierto.

Definitivamente la actitud es el factor determinante respecto a si nuestros fracasos no edifican o nos aplastan. La persistencia de una persona que se topa con un fracaso es una señal de una  actitud saludable. ¡Los ganadores no renuncian!

El fracaso se vuelve devastador y hacer que nuestra actitud se estrelle, se rompa, cuando renunciamos a lo que queremos lograr.

Aceptar el fracaso como el final de nuestros anhelos, es realmente llegar a lograr ser un fracaso, y eso sí sería un problema.

Aunque seamos unos genios en el rubro que quieran pensar, si el fracaso lo hacemos parte de nosotros, no llegaremos a lograr realmente a tener una plenitud de vida, en pocas palabras la felicidad.

El fracaso no significa que ¡soy! Un fracasado, significa que todavía no he triunfado.

Primero les diría que no tengamos miedo a hacer las cosas diferentes si es que no estoy contento del todo con mi vida, es más aunque este contento siempre es bueno ser inconformes positivamente por que como les dije somos seres inacabados, por tanto mientras tengamos vida tenemos derecho a ser más felices cada día.

No olvidemos que: ¡ESTAR VIVO EXIGE UN ESFUERZO MUCHO MAYOR QUE EL SIMPLE HECHO DE RESPIRAR!