Diplomacia, Política y algo más…
Rubén Julián Rodríguez
¿Recuerda las declaraciones que en días pasados hizo el Presidente Calderón, en torno a las filtraciones que dejaron ver que desde la representación diplomática estadounidense, el gobierno mexicano no tiene una estrategia clara para combatir el narcotráfico? Frases como “¿En qué tienen que cooperar los estadounidenses? En reducir el consumo de drogas, no lo han reducido. Y dos, en detener el flujo de armas, y no lo ha reducido, sino lo han incrementado” o “Al embajador estadounidense no tengo por qué decirle cuántas veces me reúno con el gabinete de seguridad ni qué digo; la verdad es que no es un asunto de su incumbencia. No acepto ni tolero ningún tipo de intervención, pero la ignorancia del señor se traduce en una distorsión de lo que ocurre en México y se cae en una afectación y una molestia en nuestro propio equipo. Donde sí hay descoordinación es entre agencias en materia de seguridad en Estados Unidos. Nosotros vemos que la DEA, la CIA y el ICE siempre tienen una política de ‘Borondongo le dio a Bernabé’… La verdad es que no se coordinan y sí rivalizan”…. y para rematar agregó “Ahí los embajadores o quienes generaron los cables le echaron mucha crema a sus tacos. Siempre querían levantar sus propias agendas ante sus propios jefes, y han hecho mucho daño por las historias que cuentan y que, la verdad, distorsionan”. Todo lo anterior representó por un lado un acto de valentía y fortaleza de nuestro gobierno ante la presión y el acoso estadounidense, pero por otro lado, puso en entredicho la supuesta buena relación con el país vecino. Inmediatamente a lo expresado por el Presidente Felipe, se desato una guerra de declaraciones con la Secretaria de Seguridad Interior del Gobierno Estadounidense Janet Napolitano, quien desde luego negó las acusaciones. Posteriormente la misma agencia de seguridad detuvo a 400 integrantes de cárteles mexicanos y decomisaron 9 millones de dólares en una operación contra distribuidores de droga, buscando obtener información respecto al asesinato del agente Jaime Zapata, ocurrida el pasado 15 de febrero en San Luis Potosí. También salieron a la luz las declaraciones del ahora ex embajador Pascual al referirse a los aspirantes presidenciales del PAN como “grises” y al propio Calderón como “preocupado e inseguro” sobre la manera de reforzar las oportunidades de su partido en miras a la elección presidencial de 2012. Finalmente, durante la visita oficial de trabajo que hiciera el Presidente de México a Washington, aprovechó una vez más para reiterar sus críticas hacia el trabajo de Carlos Pascual, dando un claro mensaje de que sería difícil continuar trabajando con el diplomático ante la inminente pérdida de confianza por sus declaraciones en Wikileaks. Ahora que el diplomático se ha ido, esperaremos la llegada de su sustituto, esperando que las “buenas” relaciones entre ambos países continúen, aunque en el fondo, considero que no es ni será así, al menos, mientras Don Felipe termine su periodo. **** Seguramente ya estará enterado, pero el pasado 14 de marzo la Comisión Inspectora del Congreso del Estado, aprobó por unanimidad, el último mes de la cuenta pública del ex gobernador Mario Marín. Sí, aquél a quien principalmente el año pasado en tiempos de plena campaña electoral, muchos acusaron y señalaron como el principal responsable de desviación de recursos, enriquecimiento ilícito y corrupción… Por ahí del mes de noviembre de 2010, algunos integrantes del actual poder legislativo ofrecieron una rueda de prensa para manifestarse en contra del blindaje hacia las cuentas públicas del exgobernador. Criticaron también el acto de sumisión del entonces grupo parlamentario priísta por haber aprobado modificaciones a la Ley de Fiscalización del Estado para aceptar que la cuenta pública de su último año fuera revisada por ellos mismos (recordando que el PRI contaba con una amplia mayoría), así como el aval a diversas reformas que permitieron que el ex gobernador entregara su último informe de gobierno precedentemente al 15 de enero, es decir, antes de que entrara en funciones la nueva legislatura. También sentenciaron que los diputados electos “no solaparían la corrupción ejercida durante la administración marinista”…
Así pues un día después a la aprobación en Comisión, en Sesión Pública Ordinaria del Congreso del Estado el dictamen fue sometido a consideración del pleno, quien con mayoría de 37 votos lo aprobó. Únicamente votaron en contra los Diputados José Juan Espinosa Torres de Convergencia, Julio César Lorenzini Rangel del PAN, Zeferino Martínez del PT y Víctor Hugo Islas Hernández del PRI. La determinación que han tomado sin duda es respetable, ellos saben por qué y bajo que argumentos lo hicieron, pero definitivamente es incongruente, porque dijeron una cosa e hicieron otra totalmente distinta. *** Y termino con otro dicho del Presidente Calderón: “No es fácil, no es fácil para un país que fue educado en una cultura de complicidad, corrupción y transa, como decimos los mexicanos, por desgracia, que en mi opinión hizo un daño enorme a México”… Como representante de una nación, ¿no es lamentable que se refiera de esta manera a sus gobernados?, ¿no ofende con ello a muchas familias mexicanas?, ¿será esto el comienzo de otra guerra sucia pero con distinta dedicatoria, como la que vivimos en 2006? El tiempo nos dará muchas respuestas…
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