Ahora se que, a cierta edad
Lic. Martha García de la Cadena.
Hace algunas semanas cumplí un años más y la verdad estoy muy agradecida con Dios y con la gente que me hace sentir que existo, que no soy invisible para el mundo que me tocó vivir.
Entre las muestras de cariño, una amiga me envío esta reflexión que no puedo quedármela solo para mi, pues es muy hermosa, que mejor que compartirla con ustedes que tan amablemente me ha leído y apreciado mi manera de pensar y de sentir.
Él titulo es:
AHORA SE QUE, A CIERTA EDAD
Dicen algunos que, a cierta edad, después de los cincuenta, nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable.
Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.
Ahora se que no soy la princesa del cuento de hadas y que no necesito que me venga a salvar un príncipe azul en su caballo blanco, por que ni soy una princesa, ni vivo en una torre, ni tengo a un dragón que me esté custodiando.
Hoy me reconozco mujer, capaz de amar. Se que puedo dar sin pedir, pero también se que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien.
Por fin encontré, hasta ahora, al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.
Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, y de equivocarme, de no responder a las expectativas de los demás y hasta hacer algunas cosas indebidas. Y a pesar de ello, sentirme bien.
Y por si fuera poco, saberme querida por muchas personas que me respetan y me quieren por lo que soy, si,… así un poco loca, madona y muchas veces terca. También cariñosa, platicadora, besadora, abrasadora y a veces por algún motivo triste, por que también tengo mis momentos tristes, esos en que pongo mi cara larga con un aire de pensante y me da por llorar.
Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado,… sonrío a la que soy hoy… me alegro del camino andado, y asumo mis errores.
¡Qué bien no sentir ese desosiego permanente que produce correr tras los sueños!
¡Que bien! Ya aprendía a tener paciencia.
El ser humano tarde mucho en madurar,…
¿Verdad?
Hoy sé, por ejemplo, que no puedo retener el mar, aunque cuando estoy “con él”, quisiera nunca tener que dejarlo.
Hoy sólo lo contemplo, me lleno “de él”. Y cuando llega el momento de partir, me despido diciéndole. ¡HASTA PRONTO!
También hoy sé que mis amigos y amigas son peregrinos del mismo camino, y que en cualquier momento nos encontramos y nos queremos.
Hoy sé que nadie es responsable de mi felicidad solo yo!!!
Hoy sé que el viento extiende sus brazos cuando camino por la calle. Y que solo depende de mí sentirlo.
Hoy sé que la vida es bella……Porque la he visto partir ya muchas veces.
Hoy vivo la vida así como es, bonita con sus ires y venires, con sus amores y desamores, con sus ratos de marea baja, con sus puertas del sol, con su ruido incesante.
Solo quiero dejarla correr. No quiero pedirle nada. Sólo quiero tener lo que yo me busque, sólo quiero lo que yo merezca.
Hoy me doy cuenta de que no soy una mujer invisible.
YA APRENDÍ QUE SÓLO YO CON MIS DECISIONES MARCO MI CAMINO!!!
Es una pena que no sepamos quien escribe esto tan hermoso, pues si lo supiera, me encantaría poder decirle todos los sentimientos que deja en el corazón.
Solo me queda darle gracias a Dios porque existe gente que nos comparte sentimientos tan bellos.
Esto es solo una muestra de que en el mundo también hay gente buena, llena de amor, que le alcanza para compartirlos.
Felicidades a mi amiga querida Julieta Sierra de Setién, pues también esta cumpliendo esta edad.
¡ DESEO QUE FESTEJEMOS LAS FIESTAS PATRIAS CON TODO NUESTRO CORAZÓN DE MEXICANOS PROPOSITIVOS ¡
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